Anglepoise es un tesoro nacional en la historia del diseño británico. Desde que el experto en suspensiones George Carwardine creara la Original 1227 original en los años 30, las lámparas Anglepoise han adornado desde talleres de grava de perlas hasta apartamentos ultramodernos en loft, desde mesas de navegación a bordo de bombarderos británicos durante la Segunda Guerra Mundial hasta su propio espacio en el podio del renombrado MoMA de Nueva York.
La lámpara Original 1227 es para muchos la lámpara arquitectónica arquetípica - pero Anglepoise también fabrica muchas otras lámparas como el Tipo 75, Tipo 80, 1227 Mini y 90 Mini. Las lámparas son famosas en todo el mundo por su exquisito diseño y calidad de fabricación, hasta el punto de que en 1985, cuando se pescó un bombardero británico estrellado en Lock Ness (Escocia), la lámpara que llevaba funcionaba. También por eso Anglepoise ofrece una garantía de por vida para su lámpara.
Hoy en día, Anglepoise está dirigida por Sir Kenneth Grange, quien, al igual que la marca Anglepoise, es mundialmente famoso por su impacto en el diseño británico.
Desde 2003, la leyenda del diseño Sir Kenneth Grange ha estado al timón del diseño del buque Anglepoise. Grange comenzó su carrera como ilustrador técnico y durante más de medio siglo nos ha bendecido con diseños de primera categoría. Es conocido por su trabajo con objetos cotidianos como las máquinas Kenwood, las cámaras Kodak, los taxis londinenses y el British Inter-City 125, así como todo lo demás: encendedores y bolígrafos.
Sir Kenneth George ha declarado que las lámparas Anglepoise son sus favoritas y que el diseño del muelle de la Original-1227 es un pequeño milagro. Él mismo no ha podido resistirse a engrosar la cartera de Anglepoise: es uno de los creadores del Type 75, Type 1228, Type 75 Mini, Maxi, Giant y Type 80.
En un mundo en el que cada vez se tiran más cosas, Anglepoise se ha replanteado su modelo de negocio y ha presentado su eslogan de marca Abandona la oscuridad y su increíble garantía de por vida.
Como muchos saben, Anglepoise siempre ha sido una lámpara que se compra para toda la vida. El bombardero británico que fue sacado de Lock Ness a mediados de la década de 1980 tras estrellarse durante la Segunda Guerra Mundial estaba equipado con una lámpara Anglepoise, que el navegante utilizaba para iluminar los mapas. Cuando el avión fue rescatado del lago conocido por su monstruosidad, la lámpara sólo necesitaba una pila nueva... y volvió a funcionar.
Así que para Sir Kenneth Grange y el resto de Anglepoise tenía sentido incorporar realmente la lámpara de la eternidad a su marca, y por eso Anglepoise promete que su lámpara durará toda la vida: si no es así, puede enviársela y la repararán, y si no es posible, le enviarán una nueva.