Detrás de la hermosa y moderna fachada de la fábrica de Neheim-Hüsten, la artesanía tradicional no ha cambiado mucho desde que Karl Bankamp puso la primera piedra en 1947. Aquí no son máquinas anónimas, sino 70 artesanos expertos los que doblan, sueldan, pulen, desengrasan y barnizan cada una de las lámparas. Para ellos, es una cuestión de honor que las palabras "Made In Germany" conserven su condición de sello de calidad mundial, por lo que todos los componentes de las lámparas también se fabrican y procesan en Alemania. Tanto si elige la extensible Bankamp L-lightLINE como la estética Bankamp Strada, el equilibrio perfecto entre la forma moderna y la funcionalidad imponente se refleja en cada milímetro.