La primera lámpara Coolicon se fabricó en 1933 en Londres y desde entonces ha sido amada y vista en diversos escenarios a lo largo del tiempo; en la Real Fuerza Aérea, en ayuntamientos y en los pasillos del poder. La lámpara se ha hecho especialmente conocida en el metro de Londres, donde se utilizaba en los cuartos traseros y en la taquilla, donde todavía cuelgan algunas de las lámparas.
Tras desaparecer en los años 80, Coolicon Lighting ha reanudado la producción de la clásica y original pantalla Coolicon. Fabricada en hierro esmaltado en una gama de bellos y estilizados colores, la lámpara tiene un aspecto elegante a la par que industrial. Los colgantes están disponibles con y sin el "mapa del metro" y en dos tamaños diferentes.
El colgante Coolicon se diseñó para proporcionar una luz eficiente en los talleres y fábricas de Gran Bretaña. Con sus dos "agujeros" en la parte superior de la lámpara, ayudaba a reducir el calor convencional en un 40%, ya que el calor podía escapar hacia arriba en lugar de hacia abajo, un alivio para quienes trabajaban en la industria pesada. Hoy en día, la lámpara Coolicon se sigue fabricando en Inglaterra y es totalmente fiel al original. Las líneas limpias y la superficie esmaltada están disponibles en muchos colores diferentes.
Con el estilo industrial abriéndose paso en los hogares, la lámpara ha vuelto a popularizarse. Con una lámpara de Coolicon, obtendrá una lámpara que añade un toque personal a su diseño interior y una luz funcional. Colóquelo encima de la mesa del comedor o en la zona de trabajo de la cocina o el despacho, donde la luz descendente es ideal para trabajar. En cafeterías y restaurantes, esta lámpara resulta muy útil, ya que no sólo proporciona una luz fantástica, sino también un ambiente acogedor.
Cualquiera que haya viajado en el metro de Londres está familiarizado con el plano del metro. Un mapa que puso orden en la extensa red y que desde entonces se ha extendido más allá de las calles de Londres. El conocido mapa fue diseñado por el delineante técnico británico Harry Beck, que en aquella época trabajaba en la oficina de señales del metro de Londres.
Al igual que la primera lámpara Coolicon, las tarjetas se fabricaron por primera vez en 1933. La historia compartida y la aparición del viajero en el metro de Londres inspiraron la pantalla Coolicon, en la que el mapa del metro se muestra en todo su esplendor, ya sea en la parte superior de la pantalla o en el interior. Debido a su relación histórica con London Transport, Coolicon Lighting es la única empresa del mundo con licencia para la tarjeta original de Harry Beck.