**Nació en 1892.\ Muerte: 1984.\ Obras famosas: Lámpara Bestlite.\ Formación: Diseñador industrial.
Robert Dudley Best era el heredero del mayor fabricante de iluminación de la época, Best & Lloyd, fundado en Birmingham en 1840. La empresa tuvo mucho éxito y suministró lámparas a clientes tan prestigiosos como el Titanic y el Orient Express. Los diseños antiguos y tradicionales de la empresa no interesaban a su hijo y heredero Robert Dudley Best. En su lugar, miró hacia el futuro y se inspiró en un nuevo movimiento de diseño más vanguardista que anunciaba una nueva era en el diseño de lámparas.
En los años veinte, Best viajó por Europa, donde conoció a diseñadores de todo el mundo y se sintió aún más cautivado por el movimiento moderno. Visitó la Exposición de Diseño Moderno de París en 1925, donde vio muchos diseños de Le Corbusier y Mies Van der Rohe, que en aquel momento eran los líderes del modernismo y el diseño innovador.
Robert Dudley Best tenía un fuerte deseo de diseñar algo que combinara producción industrial y calidad estética. Compartió sus ideas con su buen amigo Walter Gropius, que más tarde se convertiría en el líder de la famosa escuela y movimiento Bauhaus, que marcó la pauta del modernismo de posguerra. Y fue durante este periodo cuando se crearon los primeros dibujos de lo que más tarde se convertiría en la lámpara Bestlite.
Las líneas limpias y el estilo puro eran las señas de identidad del estilo Bauhaus, y con ese estilo en mente, Robert Dudley Best empezó a rediseñar algunos de los productos de Lloyd & Best para despojarlos de sus detalles innecesarios y hacerlos parecer más modernos y útiles. Las lámparas deben ser útiles y bonitas a la vez.
En 1930, Robert Dudley Best regresó a Birmingham decidido a poner en producción las lámparas Bestlite. Esto resultó más fácil de decir que de hacer, y costó tiempo convencer a su padre de que fabricara la lámpara moderna y sencilla. Lo consiguieron, pero al principio la lámpara sólo se vendía a talleres de reparación de automóviles y a las fuerzas aéreas, que apreciaban su sencillez y funcionalidad. El gran avance se produjo cuando la lámpara Bestlite apareció en la revista Architects Journal, y no pasó mucho tiempo antes de que Bestlite estuviera en el escritorio del mismísimo Winston Churchill, y se dice que el Primer Ministro siempre llevaba la lámpara consigo cuando viajaba por el mundo.
Hoy, casi 100 años después del nacimiento de la Bestlite, la lámpara es un éxito de ventas en todo el mundo. Los derechos de Bestlite pertenecen a la danesa GUBI, pero se siguen produciendo en Birmingham, en la misma fábrica que antes. Bestlite sigue siendo como entonces: Clásica, intemporal e increíblemente bella. Robert Dudley Best murió en 1984, pero la lámpara sigue viva. Esperemos que por muchos, muchos años.